El día que Oxford dejó de ser una agencia de publicidad




Hoy me gustaría escribir sobre Oxford, porque puede ser un caso interesante para otras Pymes..


Ya les he contado nuestra convicción que aquellas empresas que basan su comunicación en transmitir su "porqué" -su propósito- se destacan del resto


De esta convicción hemos hecho, a lo largo de todos estos años, una filosofía: "the believe philosophy" Y la hacemos realidad en cada proyecto que presentamos a nuestros clientes.

Ahora bien: ¿Cuál es el porqué de Oxford? ¿Cuál es nuestro believe? A nosotros nos mueve una convicción: creemos que todas las empresas pueden convertirse en grandes empresas. Y que ese desarrollo beneficia a la humanidad. 

Está claro que las sociedades avanzan por múltiples fuerzas desplegadas. Pero no puede haber duda que una de ellas es la fuerza de una empresa en pleno proceso de desarrollo. 

Esa "start up" dando sus primeros pasos, esa "pyme" que no se queda de brazos cruzados sino que la pelea para profesionalizarse, para internacionalizarse, para digitalizarse; esa empresa grande del interior que logra convertirse en una referencia nacional e incluso internacional, esa multinacional que elige a un gerente local y a un equipo para que la instale y la desarrolle, o que se queda en nuestro país a pesar de todo... representan todos proyectos de verdadero bien común, por el impacto positivo que producen. 

Hay por detrás -en la mayoría de los casos- historias de vida tan sacrificadas y tan épicas como las de un líder social tratando de llevar a su gente hacia nuevos horizontes. 

¡Está claro que hay un fin de lucro! Y que a fin de año las cuentas tienen que cerrar. Pero está claro también que no es el único motivo que los hace ir para adelante y empujar 

Nosotros queremos ayudar en ese proceso. Nos motiva ser parte de los proyectos de crecimiento de nuestros clientes. Ser testigos directos del desarrollo que transforma a una empresa. Nos comportamos como si fuéramos "socios", porque sentimos que así estamos aportando nuestro granito de arena para que en el mundo haya más oportunidades para todos. 

¿Cómo logramos un impacto que sea determinante? 

Aquí es donde  comenzamos -a mi entender- a ser un caso interesante como pyme (por esto nos dieron el premio mercurio PYME el año pasado) 

Si nos hubiéramos quedado en la zona de confort de ser eternamente una "agencia de publicidad", muy lejos de resultar relevantes, a esta altura -probablemente- hubiéramos desaparecido (como está sucediendo con agencias tradicionales en todo el mundo y en Córdoba también)

Hace varios años decidimos pensarnos a nosotros mismos como "agente de innovación en los negocios de nuestros clientes". Llevar el umbral de servicios más allá de la publicidad, la comunicación e incluso sólo el marketing. Sentar la creatividad en el directorio de las empresas.

Fueron nuestros clientes incluso, cuando la confianza se desplegó, los que nos fueron pidiendo que nos involucremos en su negocio. Que lo entendamos a fondo. Que los asesoremos en forma integral. Que apliquemos nuestra creatividad ya no sólo para una "buena campaña" o un "buen plan de marketing" sino también para repensar sus empresas, innovar en los lanzamientos de nuevos productos o servicios, en la forma de expandir sus mercados, en cómo encarar el difícil proceso del comercio exterior o de la "transformación digital", en cómo reorganizarse. Para entender a fondo el cliente y mejorar la experiencia (cuando digo cliente hablo incluso del "cliente interno")

Cuando podemos llegar a tener ese nivel de confianza y esa incidencia, realmente sentimos que las horas que le dedicamos a nuestro laburo, los viajes, incluso los sinsabores, valen la pena

¿Qué hace Oxford hoy?

Hoy nos dedicamos a provocar innovaciones estratégicas en la propuesta de valor de nuestros clientes, la experiencia que ofrecen como marca y su desarrollo comercial. 
Lo hacemos aplicando creatividad en todos los niveles. Y un asesoramiento que sea ágil y dinámico sobre procesos de decisión claves. La cuestión se potencia (y logra escalabilidad) cuando incorporamos herramientas de transformación digital de vanguardia.
Formalmente Oxford hace mucho tiempo que dejó de ser una agencia de publicidad. Y hoy si tuviéramos que definir nuestra empresa es "una consultora integral de transformación empresaria" con sus áreas principales de marketing, comunicación y transformación digital. 

El proceso de cambio nos está llevando, incluso, hacia horizontes y alianzas que no hubiéramos imaginado hace un tiempo. No sabemos cuál será nuestra definición dentro de 5 años. Y lo decimos con vértigo pero con alegría. Porque sentimos que hemos sido capaces de "surfear la ola".

¿Quién hubiera pensado que Oxford tendría sentado en la mesa de la creatividad a analistas de sistemas y programadores? ¿Quién hubiera vaticinado que el área de consultoría de nuestro grupo sería dirigido hoy por un Ingeniero Mecánico que proviene de la industria internacional del petróleo? ¿O que hay proyectos sobre la mesa de trabajo de Oxford que están combinando lo financiero, lo tecnológico y la inteligencia artificial?






¿Cuál es el límite?


Cuando uno se la cree, se la cree! (the believe philosophy). Y nosotros nos hemos animado hace unos años al mercado de Buenos Aires. Y nos animamos a salir al mundo de la mano de un aliado como (add)ventures con el que estamos atendiendo desde hace 5 años en conjunto clientes internacionales para todo el mercado latino y para EE.UU. Y con el que hemos podido establecer vínculos con aliados similares a nosotros en Brasil y en Colombia. 

Hace un mes hemos cerrado una alianza estratégica con Y&R Buenos Aires, una de las agencias multinacionales más importante de Argentina para ofrecer servicios conjuntos a las grandes marcas del interior del país.


Ambas alianzas nos llevan a esforzarnos por alcanzar estándares internacionales de calidad. 


¡No todo es color de rosa! Hay noches en las que uno se pregunta si el trabajo no nos está sacando demasiado tiempo. Pero cuando a uno lo que hace lo apasiona, el sacrificio al final no es tal (como decía mi abuela "sarna con gusto, no pica")